La tradición de la cerámica artesanal contemporánea se remonta a la “Studio Pottery”. Este movimiento surgido en los años cincuenta del siglo XX, tenía el objetivo de sostener la producción individual del artesano/artista como contrapunto de la producción masiva que en aquellos años inundaba nuestras cocinas y nuestras mesas. De la arcilla a la decoración y la cocción, el artesano ceramista realiza todas las fases del proceso productivo. Cada objeto, pensado y trabajado individualmente, es por eso mismo una creación única.
Mi producción se enmarca idealmente en este contexto artesanal/artístico. Es un arte basado en la experimentación y en la investigación. Cada resultado, además que un objeto funcional o decorativo, es una etapa en un viaje que no tiene límites.