Cerámica funcional

Mis cerámicas típicamente se forman en la rueda del alfarero.

Este aspecto arquitectónico de la cerámica es la parte que más me fascina. La forma, simple o compleja según el capricho del día, se desarrolla a partir de la masa informe y encuentra su propósito, la funciónque lo convertirá en un jarrón, una botella, una jarra, un objeto que habitará una casa e interactuará con su gente día tras día.

Durante los últimos años he estudiado y testeado la formulación de los esmaltes, desarrollando así una serie de esmaltes propios usando los minerales básicos, las arcillas autóctonas de mi tierra e incluso cenizas. Este componente misterioso y siempre cambiante, procedente de los residuos de mi chimenea, me permite dedicarme a otra pasión: el reciclaje y la recuperación de los recursos.

Soy muy consciente del impacto que mi actividad sobre el medio ambiente. Por eso alimento mis hornos con energía fotovoltaica, recupero las materias primas lo más posible y reutilizo los materiales de embalaje para mis envíos.

Mi estética combina forma y función en un estilo lineal y esencial inspirado en el movimiento Studio Pottery. Ha sido un de aprendizaje y experimentación. Finalmente puedo decir que he encontrado mi voz en la cerámica.

Este camino de estudio constante permite controlar las cualidades del esmalte, no sólo desde el punto de vista estético, sino también desde el punto de vista químico, a fin de garantizar su durabilidad y la ausencia de toxicidad. Estoy muy orgullosa de mis esmaltes, que son hermosos, duraderos y perfectamente adecuados para estar en contacto con los alimentos.

Mi producción actual incluye vajilla de gres cocida en oxidación. Sus características de resistencia y modo de utilización son similares a las de los productos industriales. Su valor añadido es el toque de originalidad y humanidad que aportan a nuestros hogares.